Parece que tanto en el trabajo como en la vida cotidiana, la adaptación es rápida. Aunque tampoco nos pasemos: el inglés sigue siendo duro para mí y hay muchas cosas que no entiendo fácilmente, desde la temperatura (que no me hago demasiado a la idea de los ºF) hasta las monedas. Afortunadamente uso casi en exclusiva la tarjeta, así que mi única preocupación con ellas (las monedas) es conseguir suficientes "Quarter dollar" para poner la lavadora.
El trabajo está a menos de 10 minutos en bici del apartamento, por lo que el transporte diario es sencillo y no dependo de guaguas (autobuses). De todas formas queda por ver qué pasa si llueve, terminará lloviendo y sé que hay una de esas maravillosas guaguas de la Universidad de Michigan, llamadas Magic Bus, que entre otras virtudes, son gratis!!!
En mi bonito apartamento en GreenBrier tengo unas vistas maravillosas a la piscina, les pongo un ejemplo:
Si a alguien le entran ganas visitarme, sólo tiene que decírmelo.
Espero que mis siguientes post sean temáticos, vamos a ver si lo consigo.
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